Joyce Carol Oates, "Una hermosa doncella"
Cuando Katya Spivak tenía dieciséis años y Marcus Kidder sesenta y ocho."
Mucho impacto e incomodidad. Así puedo resumir es libro de la escritora estadounidense Joyce Carol Oates, nombre que es sinónimo de calidad. Debo confesar que para mí no es el mejor libro de la escritora, pero me dejó pensando en él varias semanas y con ganas de seguir expandiendo mi conocimiento del universo de esta famosa escritora.
Breve sinopsis
La historia tiene como protagonista a Katya Spivak, una chica pobre de 17 años que trabaja como niñera de los pequeños hijos de la acomodada familia Engelhardt del barrio Bayhead Harbor en Estados Unidos, cuya vida cambia al momento de ser interceptada por un canoso y acaudalado caballero que se presenta como el señor Marcus Kidder. Desde ese momento, nuestra querida Katya entra en una historia de la que no se sabe parte, como una presa que cae en la trampa de un experimentado cazador.
Es complicado dar más detalles porque lo delicioso de esta lectura es irte sorprendiendo en cada capítulo y preguntarte constantemente: ¿Qué va a pasar? ¿Quién es el señor Marcus en realidad?
Las más de 200 páginas de esta novela me atraparon desde el primer capítulo, desde el primer encuentro entre ambos personajes. La autora logró mantener esa expectación creada en ese encuentro hasta las últimas páginas. En especial sobre el enigma que nos presenta el personaje de Marcus Kidder que, a pesar de ser un conocido del lugar, esconde más secretos de lo que su alrededor piensa. Aun así no deja de ser una novela incomoda debido a la temática que aborda, enfocada en esta "relación" (¿es una relación?) que se gesta entre Katya y Marcus, y cómo Katya en su desesperación de chica pobre ve una oportunidad en la atención que recibe del solitario anciano.
Novela sin Trigger Warnings
Es una historia no muy digerible, a pesar de la fluidez de la escritura de Joyce Carol Oates. Eso se debe a cómo la autora decide afrontar la temática de las relaciones entre un hombre adulto y una chiquilla que recién conoce el mundo. No como algo deseable ni mutuo, menos consentido...pero si una actitud poco intuitiva de nuestra protagonista (quien no tiene un pelo de tonta, fíjate).
Las banderas rojas se levantan desde las primeras páginas, pero esta no es una historia que busca ser políticamente correcta. El lector debe estar activamente juzgando lo que va sucediendo en la historia. No busca una pasividad donde todo es cómo debe ser según patrón moral (o legal).
Toda la historia se encuentra narrada desde el punto de vista de Katya, quien se puede describir como una joven víctima de sus circunstancias y que ha debido conocer lo malo del mundo demasiado pronto por la falta de dinero y de amor parental. Deseosa de salir del lugar en el que se encuentra, está obligada a trabajar para la familia Engelhardt por todo el verano para poder ayudar a su familia que no se encuentra preocupada en lo más mínimo por ella. Su soledad es lo más resonante de su personalidad y el motor de la historia (al menos para mí lo es). En esa soledad podemos encontrar el porqué decide seguir en el juego del cual nunca aceptó ser parte hasta el final. Es imposible culparla.
Una de las preguntas que más me motivó a seguir leyendo esta historia fue: ¿por qué el súbito interés del señor Kidder por Katya y qué buscaba en ella?. Es perturbador, pero son las preguntas centrales que va dejando la historia a medida que avanzas y creo que nunca la termina de responder.
Reitero, no creo que sea la mejor novela que he leído de la autora, pero si quieres un poco de emoción en tus lecturas es una buena recomendación.
Saludines.
PD: Probablemente edite esta entrada, porque estoy ebria y siento que escribí nada de valor.
PD 2: No edité nada sustancial, porque bueno...que más da.
PD 3: Ahora si.

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